• IMAGEN DE LA EXPOSICIÓN

  • LAS CUATRO ESQUINAS, 1908 ©MUSEO ABC

  • PORTADA, 1904 ©MUSEO ABC

  • EL VERANEO A VISTA DE PÁJARO. CUADRO 1º. LA PARTIDA ©MUSEO ABC

  • SOLEARES, TEXTO DE RAMÓN LÓPEZ-MONTENEGRO, 1924 ©MUSEO ABC

  • ¿PARA QUIÉN ES ESTA NARANJA? 1913 ©MUSEO ABC

  • LA IGLESIA DEL PUEBLO, 1932 ©MUSEO ABC

Joaquín Xaudaró

La buena gente

04 ABR — 16 SEP 2018

Archivo

En toda la historia del humorismo español posiblemente no haya habido un dibujante que gozase de mayor popularidad en vida que la que disfrutó Joaquín Xaudaró (Vigán, Filipinas, 1872 ─ Madrid, 1933). Su humor, en general muy basado en el juego de palabras, y su capacidad para fijar los rostros y las actitudes de la buena gente, hacen de él un portentoso documentalista de aquellas primeras décadas del siglo XX. Así, creemos, lo atestiguan el centenar y medio de dibujos con que hemos querido resumir su larga carrera.

La exposición comienza mostrando sus trabajos para la revista Blanco y Negro, pero también para las sucesivas publicaciones de la empresa, como el diario ABC, el semanario satírico Gedeón o el suplemento infantil Gente Menuda.

Diez años después, sin embargo, el dibujante decide dejar atrás todo para probar fortuna en París y vivir de cerca la mítica bohemia de aquella urbe y aunque no alcanzó el éxito que esperaba, sí que mantuvo durante un tiempo su colaboración con Prensa Española.

En 1921 comprende que se le está olvidando, y que además empieza a surgir con fuerza una nueva generación de humoristas de criterios más vanguardistas, por lo que decide volver, y gracias a su chiste diario para ABC, en los años que van desde ese instante hasta el de su muerte, alcanzará una popularidad que jamás hubiese imaginado.

Ahora sí que posee un estilo totalmente personal y ha agudizado además su capacidad de captar en unos pocos trazos la idiosincrasia de sus contemporáneos, pertenecientes a todas las clases sociales, a los que trata con una extrema ternura, sin el menor signo de acritud. Pero es que, además, Torcuato Luca de Tena comprende enseguida que el perrito que él coloca a menudo en sus viñetas es un hallazgo que hay que cuidar y le insta a que esté presente en todas sus obras. El can adquiere enseguida una notoriedad que Xaudaró no podía imaginar, tanto que se convierte en una importante fuente de ingresos, debido a su lanzamiento comercial como joya, juguete, recortable o reclamo publicitario.